Dar amor a las madres y padres en cuarentena, nos conectó más e impulsó nuestro Bazar entre vecinas

Yvis Mata

Si algo agarró fuerza en esta cuarentena por el COVID 19, es el Grupo de Garage Emprende por Whats App como parte del Programa Conexión y Armonía Vecinal que abrí hace un año para conocernos mejor entre vecinos, ofrecer servicios, productos, comprar y vender en un ambiente de confianza, y sobre todo, como una alternativa para generar nuevos ingresos que permitieran a muchos pagar el condominio para contribuír a resolver los problemas con el sistema de hidroneumáticos, ascensores… que se intensificaron con los apagones nacionales de marzo de 2019 en Venezuela. Motivo por el que inicié este movimiento con un grupo de vecinos voluntarios.

Alicia y Elvira, co-fundadoras del Bazar ,aprendiendo todas de todas

¿Quién vende tensiómetros? fue una pregunta que hizo Laura en una noche de cuarentena. Narda, rápidamente respondió ¡Tengo semi-automáticos en su caja! Aunque su hermano los importa desde hace un tiempo, no los había ofrecido antes. Pero identificó rápidamente esa oportunidad de oro que no podía desaprovechar para vender, ya que se había quedado sin trabajo en la agencia de festejos por la pandemia. Esa semana, vendió tres, los llevó a domicilio en su torre y a la otra. Enseñó a sus clientes a usarlos, cosa que agradecieron públicamente por el grupo. Unos días después, pude ver (entre tantos mensajes de otro chat de la comunidad) que un vecino ofrecía un queso guayanés a buen precio. Lo llamé inmediatamente y lo invité a unirse. Acordamos que nos daría el precio de mayor en la compra detal y le encantó la idea de crear la red de talentos, recursos, servicio y colaboración entre vecinos del edificio y más adelante, de las cuadras. De tantos encuentros, hemos renovado la amistad de la infancia; nos hemos vuelto amig@s, aliad@s para apoyarnos en las experiencias de convivencia de conversatorios concert que hemos organizado; ahora en las ventas y en la vida.

Carlos, «el vecino que vende queso» se está haciendo famoso por la frescura y sabor de su producto que trae desde un Hato de los Llanos venezolanos. Su esposa, lo apoya en el delivery dentro del edificio. En pocas semanas ya pudo pagar más de la mitad de su deuda del condominio. Él, está haciéndose cargo no solamente de esta parte que antes manejaba su hermano; sino que se ha mudado por completo a casa de su mamá para cuidarla y que no esté sola.

Así también pasó, con la Sra. Raquel. Mi vecina de al lado -al ladito- de mi apartamento. Su hijo Antonio se mudó desde el año pasado para acompañarla a sobrellevar sus dolencias por la diábetes e hipertensión. En cuarentena, estuvo nuevamente hospitalizada una semana. De regreso a casa comenzó a sentirse mal y salió a pedir ayuda como solía hacerlo; como la confianza y las buenas relaciones con sus vecinos lo permitieron desde siempre. Sólo que esta vez, fue para despedirse. Ya su alma se lo decía. Tocó la reja de Irama; ella no escuchó. Yo estaba pasando y oí. Cuando abrí, ya estaba en mi puerta. Me apresuré. Estaba helada, sudando y con ganas de vomitar. ¡Eso ha sido tanto antibiótico! decía. La ayudé a sentarse, respiramos despacio, comencé a llamar a todas las que sabía podían ayudar: La Dra. Libia del piso 4; Laura, que había comprado el tensiómetro; Carmen Alicia, para que le prepara una sopita; Juan Manuel, el hijo de la Sra Lucía para que llamara a Antonio, y yo a su nieta. Puse en aviso a representantes y colaboradores de la Junta de Condominio que estaban reunidos en la planta baja. Ella tocó a las 4:30pm; murió a las 5:50 pm. Partió acompañada, serena, como su instinto se lo pidió, honrando el dicho: «Tu hermano, es tu vecino más cercano». A todos nos impactó y las condolencias por los grupos no se hicieron esperar. El vecino, Héctor, de la otra torre, que no conocía, se propuso para liderar un grupo de Whats App exclusivo para sus rezos y fue bonito ver cómo se conectaron y acompañaron en su despedida tanta gente que la apreciaba. Benedicto, líder de la Iglesia María Auxiliadora apoyó con la convocatoria y su presencia espiritual. Su nieta, María Sinaí, agradeció profundamente este gesto y cariño que se ganó Raquelita; quién a sus 81 años se sentía muy orgullosa de haber sido teleoperadora de la CANTV.

Recuerdo que Raquel, estuvo el año pasado en el cumpleaños de Eunice, otra vecina de mi piso que su hijo también tuvo que venirse de Coro a vivir con ella por su situación con el Alzheimer. Dejó su casa y su trabajo como técnico en refrigeración para venir a vender el apartamento. Un proceso que ha sido lento. Lo está afrontando solo en Caracas y se encuentra en la fase de firmar en el Registro, para honrar los pagos pendientes y partir con su mamá en un camión con ella y sus cosas para levantarse de nuevo cerca del mar. Nos dijo a Carmen Alicia y a mi » El otro lunes mi mamá cumple años y no tengo ni para hacerle una tortica».

A Eunice, lo que no se le ha olvidado es cantar sus boleros…

Faltaban pocos días para el Día de la Madre y se comenzaron a intensificar las ofertas en el Grupo de Garage. Unas muy creativas. Yaz ofrecía un ramillete de suspiros; Mary, su maquillaje a precios insuperables, Eloína sus combos que incluyen: queso, mortadela, café, huevos, que combina a veces con pan andino; servicio de moto taxi, venta de whisky… Carmen Alicia, en uno de nuestros encuentros en el pasillo me muestra una caja llena de peluchitos, chocolates y productos que le había enviado su hija de USA y le pareció buena idea venderlos por el grupo…Me encantó su entusiasmo y deseo de vender que la acompañé a darle forma a la idea para que debutara en el Garage y «¡rompiera el celofán!» como yo digo.

Nos fajamos a envolver todo muy original, con material reciclado, incorporamos a su hermana que tiene talento para las manualidades e ingresamos mercancía de otras vecinas no solo para Mamá, sino para caballeros, hogar, cuidado personal… Carmen Alicia, no sólo hizo sus primeras ventas, sino que estamos aprendiendo mucho de los aciertos y riesgos propios de un emprendimiento social como éste que llamé El Bazar de las Vecinas, que se ha convertiodo en un espacio de contención y aprendizaje desde el poder de la hospitalidad. En cada encuentro nos fuimos compenetrando y pudimos ver todo en perspectiva y junto a Elvira, Amalia, Nury, fundadoras de Conexión y Armonía Vecinal, nos activamos para poder celebrarle el cumple a Eunice, quien ha olvidado muchas cosas, menos cantar boleros.

Todo lo necesario apareció rápidamente y muy especialmente, el deseo de acompañarla a ella y a su hijo para que sus 78 años «no pasaran por debajo de la mesa», con esa sensación de desolación, que también mata.

Quedamos que de 3:00 pm a 4:00 pm nos veíamos para llevar la torta y ubicar las cosas; velar que se pusiera una ropita que le conseguimos de su nueva talla y sintiera nuestro espíritu de celebración. Jade, Flaqui, Kelly -las mascotas de Alicia, formaron parte de la recepción moviendo sus colitas.

Cuando estábamos todas, Eunice dice ¡Aquí falta una! Se refería a su gran amiga Milisa. Co-fundadora como ella de las Residencias Romar II, hace 45 años y muy activas en su época con los asuntos vecinales. Nury, subió a buscarla. Y aunque los Testigos de Jehová no celebran los cumpleaños; Mili, por la condición de su amiga a quien sigue cortándole su cabello, se hizo presente.

En momentos mantuvimos una conversación atenta, afectiva, de buenos deseos y anécdotas. Elvira, le dedicó dos canciones: «Manos adoradas» popularizada por Raquelita Castaño y «Tu me acostumbraste» la misma con la que debutó en una de las experiencias de convivencia que hicimos con los músicos y cantantes del edificio en julio de 2019 y formó parte de la agenda del Start Up Week Caracas como modelo de emprendimiento con innovación social.

Milisa echó varios cuentos de cuando trabajaron juntas por la Comunidad. A Eunice, se le salía su picardía de vez en cuando. Cantamos con ella, se nos aguó el guarapo y nos volvimos a dar cuenta que hay tantas formas sencillas de conectarse con la alegría de vivir, la bondad, valorar la amistad, contener, amar, encontrar alianzas ganar – ganar, recuperar los espacios cotidianos y convertirlos en arte y hospitalidad, aún viviendo en un edificio con tantas diferencias, problemas que resolver y en cuarentena.

Nuestro primer cliente papá recibiendo su sorpresa del Bazar #GarageEmprende
Unos de los regalitos de El Bazar de las Vecinas para celebrar el Día del Niño o el amor. Te lo preparamos listo para regalar. Pide fotos, una cita o servicio Delivery y cautiva en cuarentena.

Y aquí hemos seguido en nuestro Bazar, con nuestra red de vecinas y host aliadas, acompañando a regalar amor a los padres o figuras paternas de la familia y también a la doble celebración de muchas mamás que también han sido papá y han levantado con orgullo a sus hijos. Y también a los pequeños de la casa en su Día del Niño. Desde la conexión bonita; la que nace del encuentro humano genuino, donde nos reconocemos como uno.

Hasta la próxima Cara de Hola.

Yvis Mata

Comunicadora Social, Agente de Cambio, Speaker, Trainer y Mentor. Entrenando y desarrollando el talento relacional para acelerar la conexión entre líderes, colaboradores y clientes con su marca, afrontar con éxito los desafíos e impactar la Experiencia de Cliente con la Metodología Cara de Hola. Co-fundadora de Conexión y Armonía Vecinal y El Bazar de las Vecinas. Impulsando una nueva cultura de la hospitalidad y productividad colaborativa en organizaciones y condominios dispuestos a transformarse.

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